miércoles, 4 de junio de 2014

CAPITULO 206




Me apoyo contra la pared en la base de las escaleras hacia nuestra habitación, mi cuerpo rígido y en estado de alerta mientras Pedro pierde la calma.

 
Agarra un pequeño candelabro redondo y lo arroja duro contra la pared. El lindo vidrio rojo y plata se rompe en pequeños pedazos en el suelo y desvió mi mirada mientras él agarra un taburete de la barra y lo lanza contra la hermosa mesa de café de cristal. El miedo se catapulta a través de mi cuerpo y se aferra a mi estómago mientras me estremezco por la sonoridad. Nota mental: Si alguna vez
vivimos juntos, evitar comprar algo de cerámica, vidrio o cualquier otra cosa que pueda destruir. Lamentablemente, estoy teniendo un caso grave de déjà vu de Boston.


Sólo que ahora es sobre una chica al azar en un club de striptease en lugar de Dom.



El da vuelta sobre sus talones, sus ojos oscuros estrechándose sobre mí.  


—Vete a la cama —gruñe y casi brinco—. No quiero que me veas así.  


—No —le respondo, presionándome más duro contra la pared por apoyo y para evitar encogerme lejos de su oscura y agresiva mirada—. No voy a ninguna parte. 


Quiero odiarle justo ahora. Quiero darle una bofetada e insultarle e irme...
pero me dijo que me amaba. Me ha dicho una y otra vez que nunca me lastimaría de esa manera y si bien esta noche me hace sentir muy traicionada, sé que hay más en esto. La falta de comunicación es un asesino y no voy a dejar que esta relación caiga víctima de esta.


Su pecho se eleva y cae en jadeos rápidos y sus labios se separan cuando su aliento es expulsado rápidamente de sus pulmones antes de que él lo absorba de nuevo.  


—¿Solo vas a verme enloquecer y darte otra razón para quererme menos?  


Siento que mis rasgos se tuercen.



—¿Quererte menos? ¿Cómo puedo amarte menos? —Doy un paso hacia adelante—. No funciona de esa manera. Te quiero por completo o no te quiero en absoluto. No hay un medio.


—¿Y tú me amas ahora?


Aprieto los labios. Sí. Sí, lo amo ahora. Sí, lo amo después de la escena que presencié en el club de striptease, pero él no está en condiciones de hacerme preguntas, no mientras todavía tengo que recibir una explicación.


—Cuando estés listo para darme una explicación, voy a estar lista para darte la respuesta.


Sé que debería estar echando humo. Sé que debería ser la que lance objetos y exigir respuestas, pero a veces una chica sólo necesita dar un paso atrás y que le digan qué hacer. Una chica debería tener momentos fuertes, donde es feroz y controlada y, a veces, una chica debe tener momentos de debilidad, dónde es vulnerable y quiere llorar y que sólo le digan que todo va a estar bien. Este es un
momento de debilidad para mí. Tal vez no quiero una explicación... tal vez tengo miedo de lo que va a decir. Tan pronto como él me construye con sus dulces labios, sé que puede enviarme a estrellarme en cualquier segundo.


No le gusta mi respuesta. Puedo ver el pánico asentándose en sus ojos y cuando estoy a punto de romperme, para decirle lo mucho que lo amo, sale apresurado de la habitación, cerrando la puerta con un golpe fuerte detrás de él. 

Me inclino contra la pared y cierro los ojos. ¿Cómo diablos voy a hacer frente a esto? Ni siquiera quiero tratar con esto ahora mismo. Estoy borracha, una rara clase de entrada y salida de sobriedad de borracho, pero aun así, mi cerebro está adormecido. Todo lo que quiero es dormir y un poco de agua fresca y fría... pero primero, tengo que encontrar a mi luchador enfadado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario