domingo, 2 de noviembre de 2014

CAPITULO 249



PAULA


Relentless 21 es alucinante. Su música es rápida y alta, la lírica pertinente y motivadora... Pedro no está disfrutándolo tanto como yo, sin embargo. Creo que tiene más que ver con el hecho de que él cantante, Brian, está con su hermana más que con la música. ¿Me pregunto si Pedro está amenazado por Brian? Quiero decir, Brian no es Pedro, pero fácilmente es uno de los tipos más sexys que he visto si no un poco demasiado guapo.


Las luces brillan sobre él, haciendo que el delgado abrigo de sudor en su frente reluzca. Sus ojos azules escanean la gran multitud y de vez en cuando, sus labios se crispan con el comienzo de una sonrisa. Siempre he disfrutado observando tocar a las bandas en directo. Me gusta la manera en la que todos llevan su pasión a su cara mucho como Pedro cuando está en el ring. Nada en este mundo es tan llamativo o tan cautivador como Pedro cuando está enfocado. Ahora mismo, parece enfocado en ignorar a Dom rompiendo a un inocente posavasos.


Puedo sentir su tensión radiando de él y no es el único quién se ha molestado por la repentina aparición de Dom. 


¿Conoces esa sensación pesada que presiona en el
hoyo de tu estómago cuando alguien que no te gusta está en la misma sala que tú? Eso es lo que tengo, y Pedro está indudablemente sintiendo lo mismo.


Una alta y sarcástica risa llama mi atención y permito que mi mirada se mueva entre el escenario y el bar, dónde Dom está charlando con una menos que impresionada Maca. 


Está de pies delante de él con su mano en su cadera semi
expuesta. Se ve genial en su top negro y delgados pantalones vaqueros, Dom claramente piensa así, también. 


Levanta una mano y pellizca su espeso mechón de cabello negro, que adorna y cae en rizos sobre sus pechos. 


Rápidamente lo aparta, pero veo el claro sonrojo que calienta su cuello y sonroja sus mejillas. Mis cejas se fruncen cuando Maca sacude su cabeza hacia él. Sus labios se mueven rápido cuando le habla y muerdo de vuelta una sonrisa. Se aparta y gira sus ojos hacia mí cuando pasa por delante desapareciendo en la multitud.


―¿Has visto eso? ―dice Pedro, moviéndose en la cabina―. Mi hermana tiene cerebro.


―Tiene gusto por los hombres.


Pedro se burla.


―No vayas tan lejos como para reclamar que Dom y Brian son hombres.


Ahogo una risa.


―Dom, quizás no, pero Brian está bien.


Pedro me sondea, sus ojos estrechados. Creo que golpeé un nervio.


―¿Crees que Brian es atractivo?


Me encojo de hombros, de repente arrepentida por lo que dije.


―Seguro. Quiero decir, definitivamente no es no atractivo.


Ríe una vez, dándome un codazo en las costillas con su codo. Me encojo, alejándome de él.


―¿Qué?


Para, todo rastro de diversión se ha ido.


―¿Hablas en serio?


Desde que comencé esta conversación, podría muy bien terminarla. Estoy demasiado lejos de decir “solo bromeo” y espero que él lo deje ir.


―Por supuesto que lo hago. ¿Estamos mirando al mismo Brian? Es sexy como el infierno.


Pedro parpadea hacia mí en esa adorable manera que solo puede él antes de agarrar mis hombros y empujarme hacia él. Muerdo parte de su camisa y algo de su hombro cuando me aprieta tensamente contra su torso. Su cuerpo vibra debajo de mi cara cuando su risa llena mis oídos. Me aparto, solo arreglándomelas para separar su cuerpo del mío por unos centímetros. Me alegra que lo encuentre tan divertido.


―No puedo creerte ―dice entre jadeos de aire. Eso me pincha, lentamente alcanzo mis niveles de enfado―. ¿De verdad?


Se ríe un poco más, empujándome más y más alto.


―¿Qué es tan divertido? ―demando―. Tiene el cabello rubio sucio,brillantes ojos azules, y una sonrisa asesina. Pregunta a cualquier chica aquí y te dirán que él es caliente.


Su risa cae y sus ojos brillan cuando sus cejas se juntan. 


Está celoso... y puedo verlo imperceptiblemente trabajando en su mandíbula.


―¿Eso es lo que quieres? ¿Cabello rubio y ojos azules?


He tenido mi diversión con él ahora. Pedro no es el tipo de persona que me gusta ver celoso. Le he visto llegar al tipo de celos “mía” de King Kong con Carlos y Ramiro y no fue bonito. Además, no sería justo para mí renunciar a un Pedro celoso por Brian cuando no ha hecho nada malo, y Pedro solo está buscando una excusa para destruir a Brian. Todos pueden ver eso.


―Absolutamente no ―digo―. Tomaré la diversión y lo irritante sobre sexy como el infierno algún día.


Le guiño un ojo y me empuja otra vez, apretándome implacablemente contra su cuerpo parecido a la piedra.


―No eres tan divertida como crees que eres ―me dice y puedo oír una sonrisa en su voz.


―Creo que soy divertidísima.


―Sé que lo haces. Ese es el problema.


Abro mi boca para protestar, pero Maca aparece de algún lugar, plantando sus manos sobre la mesa.


―¿Quieren una bebida?


Pedro me libera y me siento derecha otra vez, bajando mi camisa sobre mi barriga. Mi estómago se revuelve con el pensamiento de beber alcohol así que sacudo mi cabeza, haciendo aún otra nota mental para que nunca toque otra gota.


Nunca.


―Ron y Coca ―dice Pedro, amontonando los restos de su posavasos y apretándolos en su gran mano.


Con un movimiento de cabeza, Maca se aparta de la mesa y se dirige hacia la barra. A medida que pasa a Dom, mantiene su cabeza hacia abajo y en ángulo lejos de él, pero eso no hace nada para disuadirlo. Podría estar usando picos y escoltando a un Rottweiler en una cadena y todavía tendría las ganas de ir tras ella. He llegado a saber que el Sr. Dom Russell no es precisamente el hombre más
inteligente del planeta.


Cuando se acerca, engancha su dedo a través de uno de sus agujeros en la cinturilla de sus pantalones de mezclilla y tira de él. Tan pronto como esto sucede, estoy de pie en shock. La totalidad del stand se sacude cuando Pedro salta de su asiento. Me giro, bloqueando su camino. 


Afortunadamente, la única forma en que salga de aquí es a través de mí y no estoy a punto de salir del camino.


―Muévete ―gruñe, sin quitar los ojos de encima de Dom y su hermana.


Sacudo mi cabeza y extiendo mis manos hacia él. Los traigo cerca de su pecho, con cuidado de no tocarlo.


―Relájate. Me ocuparé.


Sus intensos ojos llameantes se agitan hacia mí y mi corazón golpetea en mi caja torácica una y otra vez.


―Como el infierno lo harás.


Pedro ―le digo, mi voz baja y plana―. Dije que me encargaré. Voy a ir allí y dejarle a Maca saber que nos vamos. Si tiene algún problema con Dom, estoy segura de que Brian puede manejarlo.

3 comentarios:

  1. Muy buenos capítulos! Pero ese Dom está en todos lados! es obvio q está provocando a Pedro para q quede descalifcado! Ojalá no lo logre!

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